sábado, 7 de junio de 2014

El énfasis de la estupidez

En una entrevista que publicó ayer “Público”, el coordinador general de IU, Cayo Lara señala con el dedo a la Federación de Madrid ante los resultados de las elecciones europeas, porque “algunas personas de la federación miraron con recelo al 15M, y sobre todo, por la presencia de Moral Santín en Bankia. El exconsejero de Rato no es un compañero y todo el que la haga, la pagará en IU”. Con estas pinceladas de analista, Cayo Lara zanja un resultado  consecuencia de una estrategia electoral pensada, diseñada, cocinada, programada y difundida por sus colaboradores/as habituales. Eso sí, que no olvide que, afortunadamente, la marca IU, sigue estado muy por encima de su actual coordinador, y la gente así sabe apreciarlo.

Siempre se tiene la tentación de creer que lo hemos visto o leído todo. Sin embargo la realidad acaba superando a la ficción. El coordinador general de IU  parece no distinguir entre una cereza y una sandía, pero la militancia de esta organización debería estar a salvo de tanto desatino. Este coordinador general que la misma noche de las elecciones apremió a sus federaciones a preparar coaliciones con “Podemos”, en un intento de tapar sus vergüenzas y las de su equipo; que en un ejercicio de clarividencia estadística exhibió una compleja secuencia gráfica en una cartulina que contenía dos columnas para, con pedagogía cartesiana, advertir a quien lo quisiera ver, que IU había pasado de dos a seis eurodiputados; el mismo coordinador que cuando es requerido por un medio de comunicación a dibujar algún perfil de la república que quiere, responde que lo primero es conseguir la república; o el que utiliza categorías tan científicas como “mal compañero” para dirigirse a alguien a quien no conoce, un coordinador de tan brillante plática se ha ganado el cielo, sí el cielo, porque la tierra le viene grande.

No es la primera vez que dedica su florido verbo a la Federación de Madrid. Casi es mejor que nos olvide. Que evangelice otros mundos. Que acuda raudo a dejarnos en paz. Su olfato para analizar resultados electorales está averiado. Quizás esté habilitado para otros menesteres, pero no para los que desempeña en la actualidad. “Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis”, nos recuerda el escritor y político francés del Renacimiento, Michel de Montaigne.

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